eat my rights

jueves, 27 de noviembre de 2008

Homenaje a un dibujo




Esta fue una idea para una ayuda que me pidió mi amiga Paula, sobre un trabajo de creativa publicitaria que pretendía prevenir al público de lo jodido de escuchar la música a todo trapo con los cascos puestos. Primero fue un dibujo a rotring, pero la versión final y la realmente guapa fue la que coloreé con Paint magistralmente (pura chiripa), la cosa quedó así: el tipo de color marrón oscuro con labios rojos, fondo negro y letras rojas y negras también, con unas manchas imitando sangre salpicada, que ni me acuerdo de como me salieron. Luego tenías la opción de invertir colores y no sabías cual quedarte si el normal o el invertido de lo que molaban los dos. Pues la historia es que no sé exactamente como pero lo guardé en el disco duro externo y debió desaparecer la última vez que me dió problemas. Jodido hardware... Fuera como fuere tampoco era lo que Paula buscaba, me lo dijo antes de perder el archivo. El caso es que a mi me gustaba mucho. Va por tí dibujito mío, estés donde estés. Que putada ché...

Remembering Paint





En esta época trabajaba en el Laser Game como dependiente, camarero y organizador de equipos (un saludo a la peña!). Cuando no había curro, me adentraba en el plano y precario (aunque no por ello menos entrañable) mundo de Paint. Había veces en que me limitaba a colorear dibujos que escaneaba previamente. Pero la mayoría del tiempo, realizaba las ilustraciones in situ! Al principio con miedo, pero luego alegre y sin perder nunca el respeto. Tardes y noches en el pc de aquel local de ocio, durante meses. Hasta el punto en que, al mirarme, no sabías donde acababa el mouse y donde empezaba yo. Me convertí en una prolongación del ratón, un criatura infame de falanges bitéclicas con nudillo giratorio. Repudiado por l@s niñ@s que venían a celebrar sus cumpleaños, me recluí en los oscuros laberintos que forman las tres zonas de juego, aguardando a que trajeran la merienda. Luego me fuí a mi casa a sobar.